El hecho ocurrió en febrero de 2019, cuando la víctima se encontraba en una plazoleta y el acusado, que se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas, lo arrastró hacia un terreno baldío y abusó sexualmente de él.
El juez Ramón Haddad, le impuso la pena de ocho años de prisión de cumplimiento efectivo y en el mismo fallo, dispuso la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.