César Efraín Limón (28) y Cristian Omar Martínez (21) recibieron una condena de tres años de prisión de ejecución condicional por resultar coautores material y penalmente responsables del delito de robo agravado. En tanto que Lucas Alfredo Martínez (29), Omar Alfredo Martínez (52) y Efraín Limón Ruiz (43) resultaron condenados a la pena de tres años de prisión condicional como partícipes primarios material y penalmente responsables del mismo delito.
El juez ordenó la libertad de los condenados por la modalidad de la pena dictada y les ordenó cumplir las siguientes obligaciones por el término de dos años: fijar residencia y someterse al cuidado de un Patronato; prohibición de acercamiento a las víctimas, a su domicilio particular, domicilio laboral y lugares adonde concurran habitualmente a una distancia menor de 200 metros; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; comparecer cuando sea citado por el tribunal, del 1 al 10 de cada mes; adoptar oficio, arte, industria o profesión acorde a sus capacidades. En el caso de César Efraín Limón, el juez agregó la obligación de someterse a tratamiento médico por su adicción a las drogas y al alcohol previo informe que acredite su necesidad y eficacia. Todo ello con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena impuesta.
Los imputados fueron condenados por un hecho ocurrido el 17 de marzo de 2019, en General Güemes. En horas de la mañana, los acusados César Efraín Limón y Cristian Omar Martínez ingresaron a una empresa avícola luego de escalar la pared medianera del fondo de la propiedad, que colinda con un baldío. Del interior sustrajeron una suma superior a los 4 millones de pesos en efectivo y varios cheques. El ilícito fue cometido con colaboración de Efraín Limón Ruiz, quien se desempeñaba como mecánico en la empresa damnificada. El imputado brindó datos acerca de los movimientos en la firma comercial a fin de poder concretar el robo. Lucas Alfredo Martínez, en tanto, facilitó el automóvil en el cual se trasladaron hasta la localidad de El Bordo. Allí se repartieron el dinero. Omar Alfredo Martínez cavó un pozo en el fondo de su domicilio y ocultó allí parte del dinero que le correspondía a él y a su hijo, cubierto con un contrapiso de hormigón. Con el transcurso de los días, lo acusados comenzaron a adquirir diversos artículos como ropa, material de construcción, motocicletas, artículos de pesca, armas, entre otras cosas. Por ello, al momento de realizarse los allanamientos en los domicilios de los imputados, solo se logró recuperar alrededor de 2,5 millones de pesos.