En medio de un amplio operativo de seguridad, en medio de la polémica dentro de la misma iglesia católica local, con voces a favor y voces en contra de su presencia y en medio de la campaña política, que lo llevó a considerar al festejo patronal salteño como una ocasión para mostrarse ante multitudes, pasó la visita del presidente Mauricio Macri a Salta, donde participó de la última misa del Triduo de Pontificales, previa a la procesión del Milagro.

Y fue así como sobre el final de la misa, el arzobispo Mario Cargnello le pidió al mandatario se llevará de esta provincia "el rostro de la pobreza", representado por tantos y tantos peregrinos llegados a la Capital desde todos los rincones de la provincia, en especial aquellos trabajadores que bajaron desde Mina Patito en medio del frío, la lluvia, la nieve y finalmente el calor del camino.

Cargnello, quien había invitado a Macri a este encuentro, agradeció su presencia y le aseguró que llegó "a un buen lugar", ya que fue "a encontrarse con el Señor". Sin embargo, también le recordó: "Cuando usted empezó su Gobierno dijo que iba a luchar por la probreza cero. ¿Qué le puede decir a Salta ahora?", continuó diciendo el arzobispo. 

"Esto que digo vale para todos y para todo lo que se juega en el mundo de la política. Los pobres no son una molestia. Son una oportunidad. Los pobres son maestros que nos enseñan", afirmó el arzobispo. 

"Ayer, cuando veía los mineros,veía a gente humilde. Trabaja en La Puna. Han venido caminando con 15 grados bajo cero. Trabajan en esa situación. Es gente que trabaja horas y horas en situaciones de inclemencia para darle riqueza a la república", aseguró.

"Mauricio has hablado de la pobreza, llevate el rosto de los pobres. Son dignos, son argentinos y son respetuosos. Merece que nos pongamos de rodillas delante de ellos", concluyó.