En el marco de una situación de crisis con un paciente, decenas de médicos especialistas en cirugías plásticas, estéticas y reconstructivas más anestesiólogos, enfermeros y residentes, divididos en grupos, se propusieron resolver la crisis y proteger la vida de esa persona. En un cuadrilátero de boxeo, grupos de médicos de Latinoamérica y de Estados Unidos, dispuestos a cada lado del ring, argumentaron y refutaron sus procedimientos durante dos minutos. Esos fueron los debates técnicos que incluyó el abordaje de diversos tópicos, como también hubo mesas redondas y conferencias magistrales.
El segundo escenario, fuera de lo común para un foro de profesionales médicos, fue participar de cirugías en vivo. Por ejemplo, Gabriela Rodríguez fue la paciente de 22 años que optó por un implante mamario. La cirugía de Gabriela inició bien, pero se presentaron complicaciones a los pocos minutos. El equipo médico interviniente las debió resolver en la inmediatez para resguardar la vida de la joven y lo lograron. Lo llamativo de esto, para los profesionales que participaron y para los que miraban atentos las pantallas Led que transmitieron la operación, fue que no se trató de una cirugía real sino de una simulación. Gabriela Rodríguez era un maniquí robot que tenía hasta pulso cardiaco propio. La verosimilitud de la escena captó la atención de todos los participantes y los puso en vilo.
“Fue una experiencia muy productiva para mí y para todos los colegas. Una actividad que se hace por segunda vez en el mundo, distinta a lo que suelen ser los foros o congresos convencionales porque lo que realmente se pone en evidencia es el conocimiento, experiencia y destreza del médico especialista, que debe resolver situaciones de crisis en el quirófano”, explicó el doctor Javier Vera Cucchiaro.
El médico salteño resaltó que todas las cirugía plásticas, estéticas o reparadoras presenta un riesgo, pero la diferencia de cómo se aminora o se resuelve esa situación está relacionada con el profesional a cargo. “En este foro se buscó aplicar criterios médicos y mejorar el entrenamiento en cuando a lo que implica la seguridad del paciente.
En México, por ejemplo, de cada un cirujano especializado hay 10 que realizan estos tratamientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos, sin ser especialistas o certificados. Este es un problema mundial, que también impacta en Argentina. Lo que se busca desde las asociaciones internacionales y latinoamericanas es que el paciente se asegure de elegir al profesional correcto para aminorar los riesgos”, finalizó Vera Cucchiaro.
El Foro Ibero Latinoamericano fue organizado por la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva; por el Colegio y la Sociedad de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Jalisco.