Esta semana el Gobierno reducirá el impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% y ello implicará un menor costo de importación de insumos para las empresas. Por un lado, esto puede redundar en una baja de precios en algunos rubros pero por otro, incentiva la compra de bienes terminados, afectando a ciertos sectores industriales que permanecen en una situación crítica debido a la recesión.
“Creo que en septiembre vamos a ver una baja de precios”, afirmó este miércoles el ministro de Economía, Luis Caputo, luego de hablar con distintas cámaras empresarias.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf),la carga tributaria del impuesto PAIS en el precio de venta final con IVA puede ser de 2%, 4% y 6% para ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados, dependiendo la estructura de costos. En el caso que la incidencia sea del 2%, la reducción del tributo implicaría una baja de precios del 1,14%. Es decir, un producto que cuesta $1.000 podría pasar a valer $11,4 menos. Si el peso sobre el precio que paga el consumidor es del 6%, la disminución sería del 3,4% o $34.
“La clave del impacto de la reducción/eliminación del impuesto en los precios está en la puja que suceda en cada cadena de producción y comercialización. Se genera un ingreso que los actores van a pretender apropiarse. Habrá que ver si en el plano real las empresas capturan la nueva brecha para incrementar sus márgenes o realizan un traslado parcial o total de la rebaja”, señaló el Iaraf.
A contramano de lo que espera el Gobierno, fuentes de varias empresas alimenticias admitieron que, en principio, no imaginan una reducción en los precios, aunque sí la baja del impuesto podría hacer que no aumenten por un tiempo. Cabe destacar que en la cuarta semana de agosto los alimentos marcaron una suba del 1,3%, acelerándose 1 punto porcentual respecto a la anterior.