El aumento que viene corresponderá a la cuarta etapa de la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) dispuesta por el oficialismo con el fin de acentuar la recaudación y, en simultáneo, acercar el precio del combustible argentino a los valores internacionales.
El Gobierno aplicó un ajuste del 4,3% a principios de este mes, mientras que la suba que viene se encuentra programada para la jornada del 1 de mayo.
Los incrementos que vienen exhibiendo las naftas responden, en gran medida, a la decisión del oficialismo de reinstalar el pago de determinados impuestos a las petroleras. Al respecto, vale decir que el impuesto a los combustibles fue creado por ley en 1998 y durante la gestión de Mauricio Macri se dispuso su actualización en forma trimestral, ajustado por la inflación oficial, aunque en 2019 se postergó. Desde julio de 2021 quedó congelado bajo la gestión de Alberto Fernández, hasta que el Gobierno de Javier Milei lo volvió a actualizar en marzo pasado.