Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), la actividad manufacturera de las pymes cayó 17,8 por ciento anual en julio y acumula una retracción de 18,6 por ciento en los siete meses del año frente al mismo período de 2023. En tanto que en la comparación mensual desestacionalizada la producción bajó 1,8 por ciento.
Los resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (Ipip) que elabora CAME, con una muestra que alcanzó a 414 industrias pyme a nivel federal.
Del informe de Came se desprende que las pymes trabajaron en julio con el 60,6 por ciento de su capacidad instalada (en junio había sido el 60,1 por ciento), y que el 19,3 por ciento de las pequeñas y medianas empresas tuvo dificultades para pagar salarios.
El último julio fue el octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna, detalla Came en la valoración.
Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos.