En tanto, la indigencia trepó al 17,9 por ciento en el mismo período.
Las cifras representan un aumento significativo frente al 41,7% y 11,9% registrados por el Indec en 2023.
El director del Observatorio, Agustín Salvia, dijo que la situación no llega a ser tan crítica como en 2001-2002 porque el desempleo, aunque aumentó en los últimos meses, no es tan elevado como en aquel entonces, cuando se ubicaba en dos dígitos, cerca del 20%.
Sin embargo, alertó que la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y las bajas remuneraciones de los trabajadores formales del sector privado, son los dos factores que mantienen los niveles altos de pobreza e indigencia.
Dividido en trimestres, los valores arrojaron 54,9% pobres y el 20,3% de indigentes en los primeros tres meses del año. En tanto, en los tres meses restantes los indicadores llegaron al 49,4% y 15,9%, respectivamente.
Desde el ODSA indicaron que la leve baja se debe a la caída de la inflación acompañada de un aumento en los salarios de los empleados formales del sector privado, que recuperaron solo parte de lo perdido en enero, febrero y marzo.