En medio de un clima electoral ya instalado, Mauricio Macri abrió este viernes el 137° periodo ordinario de sesiones del Congreso Nacional.
En un discurso de alrededor de una hora, el jefe de estado tuvo que esforzarce al máximo para encontrar logros en el último año de gestión, dominado por la crisis del dólar, la inflación, la recesión y la pérdida de puestos de trabajo.
En ese contexto, Macri reconoció en dos oportunidades el aumento de la pobreza a los niveles de 2015, no sin antes hacer mención a indicadores positivos pero que detaban de los primeros dos años de gestión, donde la inflación, el dólar o la recesión habían permitido un pequeño crecimiento en distintos rubros, pero que se vinieron abajo con la crisis del 2018.
De tal manera pega la crisis que el presidente tuvo como principal anuncio para esta asamblea legislativa el aumento inmediato del 46% en la Asignación Universal por Hijo.
Más allá de ese anuncio, el discurso se centró en enunciados sobre obras, modernización del estado, turismo y reacciones ante las reclamos del arco opositor, que en una ocasión aplaudió irónicamente algunas de las cifras del progreso nacional dadas por Macri, pero de antes de 2018.
De esta forma, se abre un nuevo periodo de sesiones del Congreso Nacional. En medio de la grieta, que es un invento que favorece por igual a macristas y kirchneristas; y en medio de un proceso electoral donde ambos bandos se unen y esfuerzan para instalar una falsa polarización entre dos opciones que claramente no representan a la mayoría de los argentinos.