Terminada la investigación, el fiscal penal González Miralpeix sostuvo que fue acreditada la existencia del delito endilgado y la responsabilidad penal del acusado, quien, tal como denunció la víctima, durante la madrugada del 11 de julio de este año, interceptó al transexual mientras caminaba por avenida Ponstussi, le tapó la boca y la sujetó de los brazos para trasladarla a un descampado cercano al barrio Virgen de Urkupiña, donde después de amenazarla, abusó sexualmente de el.
En sus fundamentos, el fiscal destacó el relato coherente expuesto por la víctima al momento de radicar la denuncia y también lo expresado por una amiga, quien pudo advertir el estado en el que estaba cuando llegó a su morada.
Además, indicó que el imputado, tras cometer el abuso mediante la violencia desplegada y relatada anteriormente, le sustrajo a la víctima la suma de $500 y un teléfono celular, que fue recuperado tras una requisa realizada al acusado al momento de su detención.