La ampliación de la imputación contra Emilio Raimundo Lamas se formalizará este lunes. En su decreto, Obeid sostuvo que la nueva acusación surge de la denuncia realizada por la segunda víctima que denunció al ex cura. Se trata de una joven que adujo haber sido accedida carnalmente en la parroquia de Rosario de Lerma, donde Lamas era el sacerdote.
En sus argumentos, el fiscal reveló que si bien en ese entonces la denunciante ya evidenciaba cierta inclinación sexual, lo cual era conocido por el ex sacerdote debido a que la víctima se confesaba con él, no llegado a experimentar ninguna relación carnal hasta ese momento.
La víctima, en su declaración adujo que en una ocasión, en el interior de la parroquia, Lamas la accedió carnalmente, acto al cual no ofreció resistencia, pero si sintió temor. Agregó que todo el acto sexual fue dirigido por Lamas, quien la llevó a la Iglesia con la excusa de “rezar”.
Al momento de referirse al delito de corrupción de menores, el fiscal citó jurisprudencia que establece la comisión de dicho delito “aún cuando la víctima ya se hubiera iniciado con anterioridad en esa prácticas”. Asimismo, agregó, de otro fallo, que “la corrupción se consuma con el acto idóneo para depravar, sin que sea requerido que la víctima se corrompa…”.
“La damnificada expuso que se encontraba con miedo a que el acusado la lastime” explicó Obeid al referirse al acto sexual de la joven con Lamas, según lo relatado por la denunciante. Ella aportó detalles de ese momento, los que llevaron al fiscal a sostener que lo sucedido “afectó de manera prematura la libertad de la víctima a su elección sexual”.
En vista de estos argumento y el resultado de otras medidas probatorias, la Fiscalía dispuso la ampliación de la imputación penal en contra del ex sacerdote por el delito de “corrupción de menores agravado por la guarda”.