La denuncia fue radicada en junio de 2019 por la madre de la menor, de 14 años en ese momento, luego de que la joven pudiera relatarle que su abuelo, padre de la denunciante, le ofreciera “hacer cosas” a cambio de plata durante una visita al domicilio de la víctima y que luego la sometió a tocamientos.
La menor también sostuvo que el acusado le apretó la nariz y la obligó a tomar un jugo, sin poder recordar nada más que haber despertado luego en su cama en ropa interior.
Además, sostuvo que el imputado la amenazó con matar a su madre si contaba algo y que si llegaba a tener novio, también lo mataría.
Del requerimiento surgió que el acusado atentó contra la integridad sexual de su nieta en diversas oportunidades, al desplegar actos corporales de contenido esencialmente sexual en contra de su voluntad.
En una oportunidad, cuando la niña tenía entre 11 y 12 años, durante las vacaciones de invierno, el imputado fue a su domicilio y la invitó a que se sentara cerca, para luego someterla a tocamientos. Ante ello, la niña se asustó y corrió a su habitación, donde el denunciando la tiró sobre la cama, la agarró de los brazos y la besó. En otras ocasiones, el imputado sometió a la niña a tocamientos por encima de la ropa.
Los hechos ocurrieron desde inicios del año 2016 y hasta dos meses antes de que la madre radicara la denuncia.