La jueza le impuso al condenado las siguientes reglas de conducta por el término de tres años: fijar domicilio e informar cualquier cambio del mismo de manera inmediata al Tribunal; prohibición de concurrir y de acercarse a 200 metros del domicilio de las víctimas y a la escuela donde ellas concurren; someterse a tratamiento psicológico previo informe que acredite su necesidad y eficacia.
El imputado era pareja de la madre de las dos víctimas, menores de edad. Las niñas le contaron a la nueva esposa de su papá que A.E.G. las había sometido a tocamientos impúdicos y este hizo la denuncia.