El condenado seguirá en libertad debido a la modalidad de la pena impuesta y deberá cumplir las siguientes reglas de conducta: fijar residencia y comunicar cualquier cambio de domicilio al tribunal; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; no cometer nuevo delito; prohibición de acercamiento a la menor damnificada tanto en su domicilio como en los lugares que ella frecuente habitualmente; prohibición de mantener cualquier tipo de contacto telefónico o por cualquier medio electrónico con la damnificada; realizar tratamiento psicológico previo informe de un profesional que acredite su necesidad y eficacia, por el tiempo que este indique y presentar las respectivas constancias; someterse al cuidado del Programa de Inserción Social y Supervisión de Presos y Liberados de Salta. Todo con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la condena impuesta.
Finalmente, la jueza ordenó la extracción de material genético al condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
El imputado era novio de la hermana de la víctima. El 21 de diciembre de 2013, la menor damnificada, de 12 años de edad, se levantó de la cama llorando y le dijo a su madre que J. I. V. se había presentado en su habitación y había intentado abusar de ella. La denunciante relató que el imputado solía dormir con su otra hija (hermana mayor de la víctima) en una habitación ubicada al fondo de la propiedad. La mujer agregó que fue inmediatamente a reclamarle a su yerno lo sucedido y lo encontró bajo los efectos del alcohol y de sustancias prohibidas.
La menor manifestó que cuando J. I. V. se hizo presente en su cuarto, se acostó en su cama y pretendió mantener relaciones sexuales con ella, pero se marchó ante su negativa y resistencia.