La detención de Luis Miguel Girón, de 32 años, se concretó días pasado.

El acusado, quien se desempeñaba como personal de maestranza de un centro médico de esta ciudad, desarrollaba a su vez la labor de colaborador Scout de la Iglesia Ortodoxa, donde ocurrió el abuso.

En su decreto de imputación, el fiscal penal, Federico Obeid, sostuvo que la investigación se inició a partir de la denuncia de los padres de un menor de 7 años, quien junto a una hermana, de 19, participaron de la procesión del “Domingo de Ramos” y de otras actividades extras el 25 de abril pasado.

Dicha celebración tuvo como centro de escena la Iglesia Ortodoxa, ubicada en calle Pellegrini, entre San Martín y Urquiza. Luego de la procesión, el menor y su hermana, se dirigieron a la casa de un familiar, en el mismo casco céntrico,tras lo cual regresaron a la Iglesia para participar de otras actividades.

Al retornar a la vivienda, ya en la noche, la madre del menor se percató de lo sucedido debido a que el niño presentaba lesiones, las cuales fueron confirmadas por el médico, Pedro Guzmán, quien examinó al menor a pedido de sus padres y certificó las heridas.

Como resultado de las investigaciones realizadas, la fiscalía logró establecer que el menor fue víctima del accionar de Girón, quien se desempeñaba como colaborador Scout bajo la supervisión de Norma Condori, quien era encargada del grupo denominado Lobatos, rango en el que estaba comprendido el menor abusado.

En el edificio

Aunque en su declaración testimonial, Condori aseguró que en ningún momento el menor se le perdió de vista, otra testigo confirmó que la mujer se retiró del edificio para comprar masas, oportunidad en que, según la hipótesis criminal, Girón aprovechó para conducir al menor hasta un entrepiso de la Iglesia, donde ocurrió el abuso sexual.

Numerosas testimoniales, declaraciones del menor en circuito cerrado de televisión, una inspección ocular en la Iglesia, recopilación de imágenes de cámaras de video y otras tantas pericias realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales, llevaron al fiscal a imputar a Girón.

Entre esas pruebas, Obeid resaltó el hecho de que en una de las imágenes se aprecia a Girón hablándole al oído al menor, como así también el propio niño sindicó al acusado como el responsable del abuso a la vez que confirmó que todo ocurrió en el entrepiso de la Iglesia.

De las testimoniales y pericias también se pudo establecer que el día del hecho, los accesos a las distintas dependencias de la Iglesia eran del libre acceso, lo que facilitó el escenario para la ejecución del abuso denunciado.

Grave daño

Respecto al relato del menor, las profesionales que lo examinaron confirmaron que no advirtieron fabulación en su relato, como así también señalaron grave daño y secuelas psicológicas por el trance vivido a causa del abuso sufrido.

Respecto al relato inicial dado por el menor, el que indicaba que el abuso habría ocurrido en el Paseo de los Poetas, el mismo fue descartado en razón de que se estableció que se trató de una versión creada para ocultar al autor, quien para asegurarse la impunidad había amenazado al niño. En vista de ello, es que se agravó la conducta penal de Girón conel delito de coacción.

Al momento de ser notificado de la acusación penal en su contra, Girón negó la imputación. Reconoció que el día del hecho estuvo en la Iglesia dada su función como colaborador Scout bajo la responsabilidad de Condori, no obstante su versión, la fiscalía solicitó que se mantenga la detención del imputado.