Dos adolescentes de 17 y 18 años, respectivamente, denunciaron haber sido víctimas de reiterados ataques sexuales; una desde los 5 hasta los 8 años de edad y la otra desde los 15 años en adelante.
En razón de las denuncias y la correspondiente investigación judicial, por estos días se sustancia el juicio en contra del imputado en el que las dos chicas debían declarar al respecto de lo que les había sucedido.
Llegado el momento, las dos contaron con el soporte psicológico y emocional que les brindaron las psicólogas del Gabinete Técnico del Ministerio Público de la Defensa, pues ambas manifestaron sentir miedo y vergüenza de volver a relatar, esta vez ante el Tribunal, las situaciones angustiantes por las que habían atravesado.
Engañadas las dos, siendo una niña y la otra joven, conviviendo con quien sindicaron como su agresor, una sin contención de su propia madre y la otra separada de la suya mediante intrigas y resentimientos, habiendo compartido sus martirios en un contexto de confianza y confidencialidad de adolescentes y encontrando contención y reacción en la progenitora de una de ellas; es que la situación fue denunciada y así se inició el proceso penal en el cual una de las chicas es asistida por la Defensora para Víctimas de Violencia Familiar y de Género N.º 2, Liza Medrano.
“La intervención de las psicólogas del Ministerio Público de la Defensa sucedió en medio de una crisis de angustia, pánico y terror de las dos jóvenes en el mismo día en el que debían declarar en audiencia. Tenían miedo y vergüenza de relatar otra vez lo que les había pasado. Sin embargo, las profesionales del Gabinete Técnico lograron tranquilizarlas y empoderarlas para que pudieran enfrentar el momento”, destacó Medrano.
Así mismo, la defensora oficial explicó que el testimonio de las jóvenes era de vital importancia puesto que “la declaración de las víctimas es lo que permite sostener la acusación” y destacó el desempeño de las psicólogas que “aportaron a este proceso mucho más de lo que estrictamente les correspondía”.
“Las dos profesionales contuvieron y acompañaron a las víctimas al momento de la declaración. De hecho, ingresaron a la Sala y permanecieron junto a las jóvenes mientras ellas detallaban el martirio al que habían sido sometidas”, relató Medrano.
El proceso se lleva adelante y continuará hasta el 14 de febrero próximo en el Tribunal de Juicio Sala VII a cargo del juez Francisco Mascarello.