La jueza le impuso al condenado las siguientes reglas de conducta por el término de la condena: fijar residencia, comunicar cualquier cambio de domicilio y someterse al cuidado del Patronato; prohibición de acercamiento a la víctima en cualquier lugar donde ella concurra; prohibición de contacto con la víctima por cualquier medio; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de las bebidas alcohólicas; realizar tratamiento psicológico en una institución pública o privada a elección, debiendo presentar constancia de inicio dentro de los diez días. Todo ello bajo apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena.
En 2015, el imputado conoció a la víctima a través del Facebook e iniciaron una relación.
La menor tenía 13 años.