En una audiencia de formalización de la investigación penal, el fiscal federal Marcos Romero, de la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal, imputó a P.D.M. el delito de transporte de estupefacientes por un hecho en el que se secuestró un total de 101 kilos de cocaína.
La acusación fue presentada el viernes ante el juez federal de Garantías N°1 Julio Leonardo Bavio, quien hizo lugar a la formalización del caso, como así también dictó la prisión preventiva solicitada por el fiscal, a la vez que autorizó el plazo de investigación y las pericias técnicas pendientes.
Doble fondo
El fiscal Romero explicó que las actuaciones se iniciaron a partir de la consulta realizada por personal de la Sección “Senda Hachada” de Gendarmería Nacional, ubicada en el empalme de las rutas 34 y 81, en el departamento General San Martín. Al respecto, relató que el jueves pasado, alrededor de las 2.30, los uniformados sospecharon al revisar una camioneta, marca Volkswagen, modelo Saveiro, que circulaba de norte a sur con destino a la localidad de Embarcación.
Bajo la dirección del auxiliar fiscal José Rafael Lamas, de la Sede Fiscal mencionada, los gendarmes llevaron adelante una requisa que permitió descubrir la carga ilegal de la droga, que iba en un doble fondo acondicionado en el piso de la caja del rodado.
Al llegar al puesto de control fijo público de prevención, según lo relatado en la audiencia, el conductor se mostró nervioso. Explicó que había salido de Salvador Mazza y que se dirigía a Embarcación; tras lo cual, los gendarmes por expresas indicaciones del auxiliar fiscal, llevaron el vehículo hasta la fosa que hay en esa dependencia, cuando, luego de una requisa más exhaustiva, descubrieron que parte del piso de la caja presentaba sectores con pintura fresca.
Ante tal circunstancia, y con la debida autorización, desmontaron el cobertor y descubrieron también que, en los lugares recién pintados, había sido manipulado con masilla, por lo que se desmanteló el piso de la caja y dejó al descubierto el doble fondo.
Fue así como extrajeron 95 paquetes con cocaína, por un total de 101 kilos, que fue secuestrada. Lo mismo sucedió con un teléfono celular, 37 mil pesos que el hombre llevaba consigo y la documentación del rodado.
Respecto a la prisión preventiva, el fiscal se refirió en la audiencia del viernes a los requisitos legales establecidos por el Código Procesal Penal Federal, entre ellos el riesgo de fuga, elemento que evaluó no sólo por la alta expectativa de la imposición de una pena sino por la residencia del acusado, la cual se corroboró es en la ciudad de Salvador Mazza, contigua a la frontera con Bolivia. También señaló que el acusado ya tiene antecedentes penales por infracción a la ley de drogas.
Asimismo, y en esa orientación, resaltó el peligro de entorpecimiento de la investigación penal por parte del acusado, pues la investigación se encuentra en su etapa inicial y no se descarta aún la posible participación de otras personas.
Por último, resaltó la gravedad y naturaleza del hecho, en el que se destaca la cantidad de estupefaciente secuestrado. Hizo alusión al grave daño a la salud pública que habría causado dicho cargamento de cocaína y al compromiso del Estado Nacional en relación a combatir el narcotráfico, lo que deriva de los distintos acuerdos y tratados internacionales suscriptos.