El juez federal de Revisión Luis Renato Rabbi Baldi Cabanillas dictó el 6 de julio pasado el auto de elevación a juicio en la causa donde se investiga a Andrés Ángel Gutiérrez por el homicidio de una mujer que había ingerido cápsulas con cocaína, ocurrido en junio de 2022. En el caso, intervino la PROCUNAR NOA, representada por el fiscal general Eduardo José Villalba y los auxiliares Mariana Gamba Cremaschi y Jorge Viltes Monier.
En la audiencia de Control de Acusación, el MPF planteó que Gutiérrez, que trabajaba como remisero, debía ser juzgado como coautor del "homicidio agravado por 'criminis causae' [para ocultar otro delito]" en concurso real con encubrimiento de transporte de estupefacientes. De manera alternativa, imputó también al hombre por el delito de encubrimiento agravado.
En esta instancia, donde se realizan los planteos preliminares y se debate sobre la prueba que llegará juicio, la PROCUNAR NOA ratificó la imputación seguida contra Gutiérrez y recordó que el 21 de junio de 2022, a las 8:44, se encontró a la vera de la Ruta Provincial N°26 el cuerpo de la víctima y exhibió una fotografía de cómo fue hallado. En sentido, aseguró que la imagen mostraba "el final de la historia del delito de tráfico de estupefacientes, el que riñe con la dignidad humana, como en este caso, en el que la mujer aparece instrumentalizada para transportar capsulas de cocaína en el interior de su cuerpo”
Explicó entonces que la muerte de la víctima se debió a las 74 cápsulas que tenía dentro suyo y que equivalían a 749 gramos de cocaína. “Esta mujer tiene un nombre, tenía una madre y también una hija, la cual esperaba por su mamá y que lejos de verla llegar, sólo recibió de ella sus últimos consejos a través de mensajes por el celular”, remarcó el fiscal y agregó que la víctima no fue llevada siquiera a un hospital ya que murió en una casa por el estallido de esas cápsulas y que su cuerpo fue arrojado a la ruta para ocultar el delito.
La responsabilidad del imputado
Al momento de describir la participación de Gutiérrez en el crimen, hizo foco en la importancia de reconstruir las últimas horas de vida de la víctima. En un inicio, esa tarea se trabajó de manera conjunta con la Unidad Fiscal de Femicidios de la Procuración General de la Provincia, tal como lo promueve el Código Procesal Penal Federal. Aseguró que la víctima, por su estado de vulnerabilidad, era utilizada por otra mujer (actualmente prófuga) para traer la droga desde Salvador Mazza a Salta y luego a la localidad chaqueña de Roque Sáenz Peña.
De acuerdo a la investigación repasada por el fiscal, el 19 de junio de 2022, ambas estaban en camino a Chaco cuando en la localidad de Metán la víctima comenzó a sentirse mal, lo que habría llevado a que desistieran de seguir con el viaje. Tras esto, la mujer llamó a Gutiérrez para que las vaya a buscar a la localidad de General Güemes aunque luego acordaron que el encuentro sea en la terminal de ómnibus de Salta, de donde finalmente las retiró el 19 de junio a las 23.25. De allí se dirigieron a una casa que la mujer actualmente prófuga tenía rentada en la zona del macrocentro de la ciudad, donde la víctima quedó resguardada. Para reconstruir toda secuencia, el fiscal tuvo en cuenta las filmaciones obtenidas de las cámaras del Centro de Video Vigilancia de la Policía de Salta.
De acuerdo a lo planteado por el MPF, Gutiérrez salió luego en la búsqueda de otra persona que había sido contratada por la mujer para que asistiera a la damnificada. Fue esa persona la que, al llegar a la casa, se habría percatado de que la situación era grave y habría sugerido el traslado al hospital, algo que no se concretó. El 20 de junio, la joven falleció como consecuencia de la ingesta de las capsulas.
Sobre el rol del acusado, el fiscal afirmó que tuvo una participación activa ya que era "el hombre de confianza” de la victimaria. A ello le agregó que en ningún momento auxilió a la joven. Si bien destacó que la mujer que se encuentra prófuga fue quién efectuó el transporte de estupefaciente a través del cuerpo de la víctima, consideró que Gutiérrez "prestó una participación que condujo -por sus acciones omisivas- a la muerte de la mujer utilizada como mula, quien pasó sus últimas horas de vida mandándole mensajes a su hija, a modo de despedida".
A eso le sumó que Gutiérrez participó del despojo del cuerpo de la víctima en la ruta. Puntualizó que el imputado fue allí en tres oportunidades hasta que se decidió el lugar donde iban a arrojar el cadáver y luego trasladó a la mujer a la terminal de transportes local, para que pudiera darse a la fuga. Por último, la fiscalía había solicitado al juez del control de acusación una mirada con perspectiva de género del caso, ya que consideró la víctima había sido utilizada "como instrumento” en un contexto de “criminalidad organizada”, por lo que propuso que el homicidio se agrave también bajo la figura de "femicidio", previsto en el inciso 11 del artículo 80 del Código Penal. No obstante, esa calificación fue rechazada por el juez.