Para ello, la jueza hizo aplicación del beneficio de la duda, “in dubio pro reo”, y ordenó su inmediata libertad.
A lo largo del juicio celebrado en contra del joven, y teniendo en cuenta que el mismo pertenece a una comunidad originaria, se contó con la traducción de la perito oficial Sandra Pisco, quien iba traduciendo al Wichi todo lo que sucedía en el juicio, para así facilitar su comprensión.