Del requerimiento surgió que el acusado, expareja de la madre de la víctima, atentó contra la libertad sexual de la niña de 8 años, al exhibirle videos con contenido de sexo explícito. Luego, el imputado practicó sexo oral a la menor, lo que afectó las partes pudendas de la niña. El acusado también se masturbó frente a ella.
Los hechos ocurrieron el 19 de enero de este año, en el domicilio del acusado, ubicado en la zona norte de la Ciudad de Salta, donde éste aprovechó que sus padres salieron y que la madre de la niña la dejó a su cargo, para asistir a un curso.
En sus fundamentos, el fiscal penal Federico Obeid, sostuvo que tales conductas, por las circunstancias de su realización, constituyeron un sometimiento gravemente ultrajante, al representar un peligro mayor para la integridad de la víctima y una mayor afectación a su dignidad.