El mayor, Carlos Rubén Isa, recibió la pena en calidad de partícipe necesario. Joaquín Nahuel Álvarez, en tanto, resultó condenado como autor material y penalmente responsable del delito.
El juicio estuvo presidido por la jueza Paola Marocco.
Los imputados resultaron condenados por un hecho ocurrido en febrero del año pasado a la noche, en un local comercial ubicado en avenida Bicentenario al 2200. La denunciante relató que alrededor de las 22.40 entró al local un hombre de contextura física delgada, de tez trigueña (Álvarez), portando un arma de fuego con caño fino. Le exigió que le entregara el dinero y le quitó el celular. Cuando el imputado se encontraba cerca de la caja, la damnificada forcejeó con él y logró salir a la calle a pedir ayuda. El sujeto sustrajo una computadora tipo ultrabook y se dio a la fuga en un auto que lo esperaba a la vuelta, sobre calle Los Pinos.
La víctima fue auxiliada por personas que pasaban por el lugar. Una de ellas siguió al auto abordado por el imputado y logró apuntar el dominio del vehículo. Luego se determinó que el auto era conducido por Isa.