El robo de la corona de la Virgen fue advertido el miércoles, cuando el franciscano Rubén Sica corroboró el hecho con las cámaras de seguridad del santuario, ubicado en el paraje Yariguarenda.
El robo fue cometido por un hombre, que primero recorrió el Santuario y posteriormente ingresó al habitáculo que resguarda la imagen, para arrancar la corona.
"La corona es de plata 900, con inscrustaciones de piedra, donaciones de fieles", relató el periodista Julio Marín.
La Policía de la provincia llegó hasta el lugar para realizar las pericias de rigor.
En los dos últimos años, el Santuario sufrió tres intentos de robo. En marzo de 2015, ladrones sustrajeron los aros y anillos.
Por el suceso se pronunciaron diversas instituciones de Tartagal.