De la investigación, que contó con el trabajo de la Brigada de Investigaciones 1 junto al Grupo de Investigadores del Sector 2, surgió que los acusados ingresaron al depósito del denunciante ubicado sobre calle Buenos Aires al 500, de Campo Quijano, y través del uso de arma y golpes, se apoderaron ilegítimamente de una caja metálica, que contenía la suma de $110.000, para luego escapar en un automóvil Chevrolet.
Las actuaciones del fiscal penal Pablo Rivero iniciaron con la denuncia radicada por la víctima el 24 de octubre, en la que expresó que es el propietario de un galpón de depósito utilizado para guardar cajones de gaseosas, cervezas y vino.
Indicó que cerca de las 20:30 de ese día, escuchó sonar el portón de ingreso, se dio con dos hombres que ingresaron y le gritaron “hacela corta, tirate al piso”, mientras uno de ellos, vestido con remera blanca, le apuntó con un revólver. Sobre el segundo, el denunciante sostuvo que tenía un hierro largo y que estaba vestido con un buzo oscuro.
Posteriormente, comenzó un forcejeo entre el denunciante y el hombre armado. La víctima sufrió golpes en la cabeza que le produjeron lesiones, mientras que el otro hombre lo golpeó por la espalda con un cajón de gaseosa.
El denunciante quiso cerrar el portón de ingreso, con las intenciones de que los causantes se quedaran en el lugar hasta la intervención de alguna persona que pasara por el lugar. En esos momentos, intervino el tercer hombre, sobre quien la víctima pensó que era un vecino que había acudido en ayuda y que también golpeó al denunciante.
En un último forcejeo, la víctima se quedó con una zapatilla y una gorra de uno de los acusados, quienes escaparon por la esquina de las calles San Martín y Belgrano.
La víctima, herida, fue asistida por vecinos que llamaron al Sistema de Emergencias 911. El damnificado sostuvo que tenía cámaras de seguridad privadas, con las que se verificó el ingreso de los acusados y el robo de la caja con la suma de $110.000 del interior de la oficina.
Distintas tareas investigativas, que incluyeron entrevistas a testigos y el estudio de imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la víctima, permitieron la identificación de los acusados, uno de ellos investigado por la misma fiscalía por otros delitos.
El 2 de diciembre, se realizaron 17 allanamientos y entre ellos, en los domicilios de los investigados. Del domicilio de Panique, ubicado en barrio Nueva Esperanza, se secuestraron tres teléfonos celulares. El acusado fue trasladado al Centro de Contraventores para los trámites legales al caso.
En tanto, del domicilio de Giménez, de barrio Leandro Alem, se secuestró un teléfono celular, cupones de pago y certificados de cobertura de una aseguradora correspondientes a un vehículo Chevrolet. También se requisó y secuestró un Fiat Palio, del que también se secuestró dinero en efectivo por $7.030, un teléfono celular, un buzo color azul con capucha con bolsillo en la parte frontal baja tipo canguro. En ese marco, se encontró un envoltorio plástico con sustancia estupefaciente y se dio intervención a Drogas Peligrosas. Se ordenó la identificación simple del acusado.
Del domicilio de los padres de Pablo Joaquín Rojo, ubicado en barrio Alto Valle, se secuestraron dos teléfonos celulares, zapatillas y una gorra con visera negra. En tanto, el investigado fue trasladado al Centro de Contraventores para los trámites legales del caso.
El Juzgado de Garantías interviniente hizo lugar al pedido de detención de los acusados.