El hombre continuará detenido bajo la modalidad de prisión domiciliaria.
L. M. P. (23) fue condenado en la misma audiencia a la pena de ocho años de prisión efectiva por ser autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia.
El joven continuará detenido en la cárcel local.
Además se ordenó la extracción de material genético de los dos condenados para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos.
J. B. P. es abuelo, mientras que L. M. P. es hermano de ambas víctimas. El hecho sucedió en Aguaray.