El hombre fue denunciado por su expareja. La mujer refirió que, en una ocasión, al regresar a casa luego de pasar el fin de semana con su padre, notó que su hija tenía hematomas en el pecho y en el brazo. La menor le contó que su papá se los había provocado.
El juez Ángel Amadeo Longarte le impuso al condenado una serie de reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años para conservar la prisión en suspenso. Entre ellas, fijar residencia y someterse al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en contra de su hija; realizar tratamiento psicológico por sus impulsos agresivos, previo informe que acredite su necesidad y eficacia.
El juez ordenó además la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
Durante la audiencia, la madre de la damnificada prestó conformidad con la aplicación del juicio abreviado y el imputado reconoció su participación en el hecho denunciando.