Durante otro operativo realizado en horario extendido, la Subsecretaría de Control Comercial de la Municipalidad detectó un local que funcionaba como “after”, actividad prohibida en la ciudad, el cual ya había sido sancionado por la misma falta, por lo que se procedió al “reimplante de clausura”.
El after funcionaba en calle Buenos Aires 354 y, al momento del control a las 7 de la mañana, había unas 200 personas en el interior consumiendo bebidas alcohólicas.
“El reimplante de clausura implica una falta grave en la actividad comercial y se le da actuación a la Procuración General, por lo que los propietarios del local deberán responder no por una falta administrativa frente a la comuna sino por un delito, y comparecer ante la Justicia”, advirtió el subsecretario de Control Comercial, Nicolás Avellaneda.
El funcionario advirtió que este no fue el primer caso de reimplante de clausura y que los controles de la Municipalidad no se detendrán. “Son actividades fuera de toda normativa que representan una violación a las ordenanzas vigentes y un peligro inminente porque se continúa con el expendio de bebidas alcohólicas hasta avanzado el día”, finalizó.