El jefe comunal sostuvo: “Estas obras son posibles gracias al gran apoyo del Gobierno nacional que aporta los fondos a través de la Subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano. Estos trabajos le van a devolver la calidad de vida a los vecinos. Les pedimos paciencia a todos porque son obras de gran envergadura que llevan su tiempo, pero sabemos los grandes beneficios que le traerán a toda la zona. Es un barrio olvidado durante todas las gestiones, nunca se hizo nada. Vamos a hacer una fuerte inversión en Floresta y cumpliremos con el compromiso que habíamos asumido”.
Y agregó: “El 3 de abril es un día especial para los vecinos. A partir de hoy Floresta empieza a cambiar. Queremos que tengan el barrio que se merecen. Pensamos la ciudad a corto, mediano y largo plazo”.
Las obras
En el barrio, ubicado en zona este, se ejecutarán obras de desagües pluviales, red de agua y cloaca, cordón cuneta, canalización, alcantarillas y badenes, pavimentación y veredas.
Se instalará el primer espacio NIDO (Núcleo Integral de Desarrollo de Oportunidades) en Salta, equipado para realizar módulos de desarrollo humano, laboral, educativo, deportivo, etc.
Además, se colocarán contenedores, señalética, refugios y paradores de colectivo, plazas y espacios verdes equipado con juegos, luminarias y moviliario adaptado. El barrio contará con un playón polideportivo. Se construirá un mirador con un muro de contención para evitar el deslizamiento del cerro.
Voces de los vecinos
Palmira Fernández, una joven de la zona, comentó: “Vivo acá hace 16 años. Teníamos una vida muy difícil, no había nada de obras. Esto nos llena de esperanza, vamos a poder caminar por nuestras calles y como barrio podremos comunicarnos con el resto de la ciudad”.
Por otro lado, Amalia Rodríguez, una de las responsables de los 4 comedores sociales que hay en la zona, señaló: “Desde hace 40 años tenemos que acarrear agua, las calles están muy feas, son verdaderos ríos, no hay ripio que aguante. Esta obra nos cambia la vida”.
Finalmente, Juan Alberto Lamas, otro vecino del lugar, explicó: “Yo vivo desde el año 87. Desde esa fecha siempre la lluvia nos afectó. El barrio creció. Hoy estamos tranquilos, llegaron las máquinas y esperamos que las obras se hagan rápido”.