Esta ruta nacional constituye un paso obligado para las empresas mineras y logísticas radicadas en la capital y en La Puna salteña, y consolida el Paso de Sico como uno de los más importantes corredores biocéanicos, por lo que es fundamental su optimización, para brindar una solución tanto al pueblo de Campo Quijano como a las actividades de explotación.
Por otro lado, finalizó la primera etapa de consolidación de la obra básica de la RP N° 27 y ya iniciaron las obras para la pavimentación de la ruta.
También se hará un nuevo tramo de la ruta, desde Salar de Pocitos hasta El Tolar, también financiadas por Remsa.
“Todas estas obras se financian con fondos que provienen de la minería, y se vuelcan en proyectos que generan desarrollo para todos los salteños”, manifestó Alberto Castillo, presidente de Remsa.