A través de este programa, que depende de la Cooperadora Asistencial, se busca garantizar el aporte nutricional diario a alumnos y estudiantes que concurren a establecimientos educativos públicos de la ciudad y especialmente a aquellos que provienen de grupos familiares que revisten condiciones de vulnerabilidad social.
Durante el período de 2016 se beneficiaron alrededor de 120.000 niños y adolescentes con 2.5 millones de raciones mensuales en escuelas primarias, secundarias, técnicas y merenderos. Para mejorar la alimentación de los infanto-juvenil se sumó además la Educación Alimentaria y Nutricional donde se incorporó una dieta especial para aquellos que padecen enfermedades crónicas no transmisibles (celiaquía, diabetes y obesidad), llegando a 1.140 alumnos de 16 escuelas.
Desde el organismo se indicó que para el ciclo lectivo 2017 se incorporarán los siguientes alimentos: yogur entero, cuya aceptabilidad es mayor y tiene mejor tolerancia gástrica; leche de cacao y azúcar, que contiene propiedades que ayudan a mejorar el metabolismo; y leche semidescremada. El aporte de este tipo de leche permite un cambio paulatino y sistemático en la formación de hábitos alimentarios saludables.
Por último, se añadió al menú un pan salvado de trigo y salvado de avena, para aumentar el consumo de fibra, el cual efectiviza el funcionamiento intestinal.