La jueza dispuso que el imputado mantenga su libertad y le fijó las siguientes reglas de conducta por el término de dos años: obligación de constituir domicilio y de comunicar cualquier cambio que realice; someterse al control del Patronato de Presos y Liberados, ante el cual deberá presentarse del 1 al 10 de cada mes, cada tres meses; continuar con el tratamiento psicológico que venía realizando, atento a la modalidad del hecho, debiendo acreditar mensualmente su cumplimiento ante el Patronato de Presos y Liberados; prohibición de ejercer actos de violencia física y/o psíquica contra la denunciante; no cometer nuevo delito.
Todo ello bajo apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena impuesta.
El imputado fue denunciado por su ex pareja, a quien agredió.