Para Pisani, la situación del negocio agrícola en la actualidad sigue sin ser buena, pero a diferencia de los años anteriores, creo que vamos a encarar una campaña 2016/17 con muy buenas expectativas, esperando un mejor resultado económico.
La mayor problemática que enfrenta el sector agropecuario salteño es el elevado nivel de endeudamiento del mismo y la falta de herramientas disponibles para reestructurar la deuda y así hacer viables a muchas de las empresas salteñas. Es imposible encarar cualquier producción o negocio con deudas a tasas de interés del 30-35% anual, pidiendo préstamos para capital de trabajo al 30% y con un negocio que en el mejor de los casos (si todo sale bien) tiene el 15% de rentabilidad.
Tranquilamente cualquiera que lee estos numeras dirán: ¿y para que producen si no es negocio? Y la respuesta es la misma de siempre: creemos en este negocio, tenemos esperanzas en seguir produciendo, es lo que sabe hacer el productor, no es fácil reconvertir una empresa de este tipo y fundamentalmente “esperamos que en un futuro no muy lejano sea más productivo y rentable producir alimentos que poner el dinero en el banco y que me paguen el 30% en un plazo fijo (sin generar trabajo, sin producir alimentos, sin pagar ganancias etc.).