El viernes 3 de junio, mientras participaba de la Marcha #NiunaMenos, comenzaron a difundirse fotos trucadas de un supuesto desnudo con la clara intención de desacreditar mi compromiso y militancia contra la violencia machista hacia las mujeres.
Alguien creyó que poniendo desnuda a una mujer, la desacredita; y ese es uno de los principales argumentos de la violencia machista.
No es la primera vez que soy víctima de la violencia simbólica digital conocida como “sexting”, la cual consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos por quien lo envía a otras personas por medio de teléfonos móviles u otros dispositivos tecnológicos.
En la nueva sociedad digital, de la cual Salta no está exenta, las mujeres de todas las edades somos el principal grupo de personas victimizadas. El ciberacoso sexual, el maltrato y la ciberviolencia de género tanto psicológica como sexual son auténticas plagas que se hace necesario visibilizar.
La cultura patriarcal inscribió en el cuerpo de las mujeres sus valores machistas de dominación, sometimiento y perversión como forma de regular y controlar nuestro comportamiento, las funciones y los espacios que les corresponden a las mujeres como sujetos sexuados, manipulándonos desde una violencia moral, la más eficiente de los mecanismos de control social y de reproducción de las desigualdades.
El problema con esas imágenes no es que se muestre un cuerpo desnudo, sino que el mismo se asimile a una perversión.
Un cuerpo desnudo de una mujer, sea quien sea, no puede ser motivo de descalificación para nadie: es la violencia de la exhibición y la ridiculización de ese hecho lo que revelan la agresión implícita.
Esta estrategia mal intencionada contra mi persona atrasa, pero deja al descubierto la violencia simbolica de la cual soy víctima por trabajar con mi imagen.
Y tambien me fortalece para seguir este camino de lucha contra las desigualdades hacia las mujeres
Hoy más que nunca reivindico la decisión que he tomado como comunicadora y como persona; el compromiso de trabajar contra la violencia hacia las mujeres.