La gripe se contagia por las secreciones que expele un enfermo al estornudar, toser y hablar, pues contienen millones de virus altamente infectantes, que flotan en el aire o se depositan en el suelo, objetos, ropa y principalmente las manos, ingresando por las vías respiratorias de las personas sanas.
Por ello, las autoridades sanitarias solicitan especialmente a los cuerpos directivos y docentes, que refuercen el manejo institucional que deberá tenerse en cuenta para evitar la propagación de la patología.
Las instituciones educativas deberán recomendar a los padres que no envíen a niños o adolescentes a las escuelas o colegios, ante la aparición de síntomas respiratorios y fiebre, realizando la consulta inmediata al médico. Asimismo vigilar estrechamente la aparición de síntomas entre los alumnos y personal.
El lavado de manos con agua y jabón deberá ser constante y habitual al llegar al establecimiento y antes de entrar a las aulas luego de cada recreo, antes de comer y después de ir al baño. El alcohol en gel no reemplaza a esta acción.
En cuanto a las aulas, se aconseja abrir puertas y ventanas en cada recreo. No prolongar las reuniones multitudinarias por más de media hora en recintos cerrados como auditorios y salones, y si debieran extenderse por más tiempo, interrumpirlas, airear el lugar y continuar.
Asimismo se solicita evitar la calefacción exagerada ya que deseca la mucosa nasal y debilita este primer sistema defensivo contra la infección.
Respecto de la limpieza de picaportes, escritorios, elementos de uso diario en las aulas y dependencias, baños y lugares de uso común, deberá ser realizada con una rejilla humedecida con una solución de 1 litro de agua con una cucharadita de lavandina.
En dormitorios de escuelas albergue, cuidar siempre que exista una entrada de aire para permitir la renovación del aire durante la noche, y airearlos cuando estén desocupados.