La Catedral Basílica es epicentro por estas horas de la llegada de las distintas peregrinaciones del Milagro.
La emoción de los caminantes como de los circunstanciales testigos se sucederá hasta las últimas horas del jueves cuando arriben a la Capital los últimos caminantes.
Muchas fueron las adversidades que debieron atravesar este año tanto quienes viajan a pie como aquellos que lo hacen en bicicleta, a raíz de los constantes cambios en el clima, que fue desde el calor al frío intenso, pasando por la lluvia y el viento.
Sin embargo, como cada año, los tramos finales son recorridos con gran alegría y las lágrimas al final de la travesía son una constante demostración de la fe de un pueblo que se consolida con el paso del tiempo.