Con la cirugía se intervino a un joven de 33 años, con índice de masa corporal superior al 40%, diagnosticado con obesidad mórbida; que se encontraba en tratamiento de descenso de peso, bajo el cuidado de profesionales del establecimiento.
El paciente, de bajo recursos y sin obra social, ingresó al sistema con 170 kilos, se operó con 135 y en los próximos meses se someterá a un estricto plan de reeducación nutricional y actividad física que le permitirá reducir más del 20% de su peso corporal.
“La ventaja del método es que a largo plazo el paciente se mantiene con un peso adecuado y se obtiene mejores resultados con factores de riesgo como glucemia y presión arterial”, aseguró Manuel Gómez Auguier, uno de los profesionales a cargo de la operación.
Manifestó que anteriormente las intervenciones que más se realizaban eran las de manga gástrica, “pero los resultados no son tan efectivos como con el bypass”, aseguró Gómez Augier.
La intervención quirúrgica para el descenso de peso es el último peldaño, y se realiza únicamente cuando el paciente fracasó en diferentes tratamientos de reducción y su índice de masa corporal supera el 35%.
El hospital Oñativia creó el Servicio de cirugía bariátrica y metabólica en el 2009, y a la fecha lleva efectuadas 107 intervenciones a pacientes que necesitaban bajar de peso para mejorar su calidad de vida y el estado de salud en general.
La cirugía bariátrica resulta un pilar fundamental en el proceso para el descenso de peso y consiste en reducir la capacidad del estómago y alterar el recorrido intestinal para evitar la absorción de las grasas durante la fase digestiva.
El hospital recibe anualmente unas 2 mil consultas por sobre peso y obesidad. El ingreso del paciente inicia en el servicio de clínica médica y nutrición, y luego es derivado, de acuerdo a las necesidades del paciente, a los servicios de cardiología, psicología, kinesiología, educación física, neumonología y en última instancia a cirugía.
El establecimiento se especializa en la atención de pacientes con patologías metabólicas y enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes y obesidad. Pero también se ofrecen tratamientos para personas con trastornos alimenticios y distorsión de la imagen corporal.
Mantener hábitos saludables
Desde 1998 la Organización Mundial de la Salud considera a la obesidad como una epidemia global que constituye un importante problema de salud pública. Los estudios epidemiológicos sugieren que las causas principales están relacionadas a los estilos de vida, ocurridos en las últimas décadas.
La prevención de la obesidad es una estrategia prioritaria de la salud pública e inicia desde la infancia. “Pero requiere la participación activa y comprometida de distintos sectores”, aseguró Miguel Latigano de la Secretaría de Nutrición y Alimentación Saludable.
“Los adultos debemos promover mayores niveles de actividad física en los niños y mejorar sus hábitos alimenticio. Esos son requisitos fundamentales si deseamos evitar el sobre peso y la obesidad en nuestro núcleo familiar”, afirmó el especialista.
Por otro lado, y sin ser una solución definitiva, la cirugía bariátrica está entre las alternativas para el tratamiento contra la obesidad en personas mayores de edad. Los máximos descensos de peso en los pacientes que se practican las cirugías se consiguen aproximadamente a los 18 meses de la intervención.
Por tratarse de una enfermedad crónica el paciente debe continuar con los controles médicos, con el firme convencimiento de que es necesario mantener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio diariamente para disfrutar de una vida plena y saludable.