Este es una de los tanto planteos redactados en el Código, consistente en ocho tomos que incluyen un recopilación de tratados y normativas vigentes internacionalmente, y que se encuentra en etapa de presentación en diferente países del continente con el objetivo de ser aprobado por las Legislaturas nacionales y se ponga en vigencia.
Esta postura acerca de los establecimientos educativos, Herrendorf la sostiene teniendo como base el dato que solo el 10 por ciento de la población mundial accede a educación, salud y alimentos en forma adecuada.
Durante su exposición señaló que la clave para asegurar los Derechos Humanos radica en la Justicia, ya que la normativa local es la que rige efectivamente y no los tratados internacionales.
“Con los tratados Internacionales de DDHH corremos el riesgo de vivir en una ficción, ya que son muy aceptados y firmados por los países, pero no son de aplicación efectiva”, señaló el académico al justificar la necesidad de que cada distrito cuente con un Código al respecto.
También destacó como necesario el dotar de mayor autonomía a los gobiernos municipales, por considerar que son la primera instancia y la más directa de resolución y distribución: “Allí es donde está la vida”, expresó.
Herrendorf fue coautor del Código junto a personalidades tales como los ex jueces de Corte, Carlos Fayt y Eugenio Zaffaroni. Además preside el capítulo para las Américas del Instituto Internacional de Derechos Humanos, además de haber asesorados a gobiernos latinoamericanos y organismos internacionales.
En dicho Código se plantea también la abolición de los ejércitos, un resarcimiento por parte del Estado a las víctimas de delitos, una renta universal y equidad de género en todos los poderes estatales, entre otras cosas.
PUEBLOS ORIGINARIOS
El segundo eje de la disertación de la comisión de DDHH fue el de los pueblos originarios y tuvo como expositores al ministro de Asuntos Indígenas de Salta, Luis Gómez Almaras y al periodista Daniel Ávalos.
El funcionario provincial hizo un repaso acerca de las políticas adoptadas por distintos países americanos con respecto a los pueblos originarios que habitan en esos territorios.
Luego centró su exposición en las medidas que se llevan adelante en Salta, especialmente en lo referido a los programas especiales y el abordaje territorial, así como el papel de integración y participación que cumple el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS).
Finalmente cerró su alocución expresando lo importante que fue que se haya visibilizado a los pueblos originarios y su problemática.
Por su parte Ávalos se refirió a la “política sin un sujeto colectivo”, como definió a la falta de conexión existente entre las diferentes comunidades que hay en la provincia, lo que dificulta un planteo uniforme ante problemas similares.
Entre las principales cuestiones que preocupan a los pueblos originarios, Ávalos destacó el avance de la agricultura sobre terrenos que antes eran poco rentables o montes que terminan deforestados y que constituyen el hábitat en donde se desarrollan varias de las comunidades.
“En Salta existen 440 comunidades reconocidas, que haya esa diversidad por un lado es bueno, pero por otro puede que este mosaico de etnias desconectadas entre sí, termine favoreciendo y sigan sacando provecho los intereses a los que les conviene que exista tal división”, cerró el periodista.