Guillermo Catalano dijo que las normas adoptadas por el Poder Judicial de la Provincia son “una suerte de carta de derechos de las personas frente a la Justicia”.
La Acordada 12128 adhiere al Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial adoptado en la XIII Cumbre Judicial Iberoamericana y reformado en la XVII Reunión Plenaria de 2014.
El presidente de la Corte de Justicia local destacó que las normas adoptadas están destinadas a “los jueces de todos los fueros e instancias empezando por los de la Corte” y marcó que hacen a su conducta y desempeño, “sin dejar de lado el cumplimiento de los deberes a su cargo”.
En esta línea dijo que “el comportamiento de un magistrado debe ser intachable, porque ética pública y ética privada no son conceptos distintos ni opuestos, sino que constituye necesariamente una proyección de lo individual al ámbito público”.
Citó al profesor de Derecho Procesal Penal Víctor René Martínez que sostenía que “todo magistrado debe ser un juez virtuoso, adjetivo que calificaba como redundante”. Y dijo que la Corte “aludió que el impartir justicia como función esencial de la judicatura exige asumir frente a la comunidad la responsabilidad no sólo de su eficacia y eficiencia, sino también de velar por el debido resguardo de los principios éticos y de los derechos humanos que deben gobernar todos los poderes estatales”.
“El Código Modelo de Ética Judicial, concebido como un conjunto de grandes princpios que deben guiar la conducta del magistrado, constituye de manera indiscutible una parte integral y esencial de la organización de justicia, a la vez que garantiza una clara respuesta satisfactoria a la responsabilidad asumida”, dijo el juez Catalano y finalizó recordando que la sociedad espera “que los magistrados sean ejemplo, sin excepción de ninguna naturaleza, posean una actitud anímica en el comportamiento de dirección con buena fe, tal como la de un padre y una madre respecto de sus hijos”.