Una impactante cantidad de fieles se volcó a las calles de la ciudad para participar de los cultos centrales en honor al Señor y a la Virgen del Milagro.
La procesión comenzó en horas de la tarde y culminó ya entrada la noche, previa renovación del pacto de fidelidad con los patronos tutelares.
La peregrinación recorrió las calles de la ciudad con la Cruz Primitiva, que encabezó la procesión. Luego se sumaron las imágenes de la Virgen de las Lágrimas y la Virgen del Milagro.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello presidió la ceremonia de renovación del pacto y expresó que en el año del Jubileo de la Misericordia, declarado por el Papa Francisco, “es necesario que los cristianos, a través de la misericordia, acortemos las distancias y tendamos puentes de unidad y amor al prójimo”.
Hizo referencia a la parábola del buen samaritano y dijo que “el desafío de ahora es hacerse prójimo del otro, del que sufre, del que habita esta casa común, que es nuestro mundo” y afirmó que “el Milagro nos invita a dejarnos abrazar por la misericordia del Señor, que es nuestro buen samaritano”.
“No juzguen, no condenen, perdonen, den”, fue la conclusión del mensaje de monseñor Cargnello.
Posteriormente, los miles de fieles que ocupaban gran parte del parque 20 de Febrero, como así también varias cuadras de calle Sarmiento, pronunciaron la renovación del Pacto de Fidelidad al Señor y la Virgen del Milagro, repitiendo en forma reiterada las palabras “Somos tuyos y Tú eres nuestro”.