El presidente de la AMT, Marcelo Ferraris recibió a los representantes de gremios y asociaciones de taxis por el reciente fallo de la Corte Suprema de Australia, tras una demanda colectiva de taxistas contra UBER en dicho país.
Cabe mencionar sobre el fallo de la Justicia en Australia, UBER llegó a un acuerdo con los abogados que presentaron una demanda colectiva en nombre de los taxistas australianos, para pagarles 271,8 millones de dólares, en el quinto acuerdo para resolver una demanda presentada en nombre de más de 8.000 taxistas.
Al respecto, los taxistas destacaron que “esta derrota judicial de UBER en favor del reclamo de los taxistas marca un precedente muy importante que podría extenderse en cada lugar donde se mantiene la lucha, como en nuestra provincia, donde esta aplicación es ilegal”.
En tal sentido, los representantes de gremios y asociaciones de taxis informaron a la AMT que presentarán de la misma forma una demanda colectiva contra UBER en Salta.
Ante esto, desde la AMT se informó a los presentes sobre las actuaciones en la Justicia que se vienen llevando adelante desde el organismo y además sobre todo el trabajo en las calles para combatir el transporte ilegal en la provincia, incrementando los controles pero también aplicando las respectivas multas a quienes fueran descubiertos realizando esta práctica no habilitada.
Sobre el tema, Marcelo Ferraris recordó que en la provincia de Salta existe un fallo judicial que resalta que el funcionamiento de UBER, o de cualquier aplicación vinculada al transporte y que no cuente con el permiso obligatorio de la provincia, es ilegal.
Antecedentes del fallo en Australia
El caso de la demanda colectiva por parte de los taxistas, se centró en un agravio económico llamado conspiración por medios ilegales y de hecho, alegó que UBER y los conductores con los que se asoció conspiraron para violar a sabiendas las leyes existentes que regulan el sector de taxis.
Es por ello que esto provocó la pérdida de ingresos para los taxistas y pérdida del valor de las licencias adquiridas, cuando UBER lanzó servicios más baratos, a pesar de no tener licencia, ni ningún tipo de habilitación.